La boleta electoral de 2021 podría tener hasta 12 partidos políticos impresos en ella, pero dado el perfil de las nuevas fuerzas políticas emergentes, vale la pena preguntarse si realmente habrá nuevas opciones de voto.
Es posible que en las elecciones de 2021 los mexicanos encuentren 12 partidos políticos en la boleta electoral.
Además de los siete partidos existentes (Morena, PAN, PRI, PT, PVEM, MC y PRD), el electorado encontrará nuevas fuerzas políticas que hoy están en proceso de formación, y que podrían agregar hasta cinco nuevas opciones al sistema electoral mexicano.
De las casi cien organizaciones que iniciaron el año pasado el trámite para constituirse en partidos políticos nacionales, hay cinco que están a punto de reunir los requisitos iniciales: 234 mil afiliados y más de 20 asambleas estatales o más de 200 asambleas distritales.
A dos semanas de que concluya el plazo que les dio el Instituto Nacional Electoral para registrar afiliados y realizar asambleas, las cinco asociaciones que casi han terminado son:
Grupo Social Promotor de México: dirigido por personajes ligados al magisterio y al extinto Partido Nueva Alianza, que ha celebrado 280 asambleas distritales y ha afiliado a más de 350 mil personas.
Redes Sociales Progresistas: dirigida por Fernando González, yerno y operador político de la maestra Elba Esther Gordillo, que ha acreditado 20 asambleas estatales y más de 346 mil afiliaciones.
Encuentro Solidario: la nueva denominación del extinto Partido Encuentro Social, que suma 300 asambleas distritales (es decir, cubrió todo el territorio nacional) y más de 329 mil afiliados.
Libertad y Responsabilidad Democrática: mejor conocido como México Libre, dirigida por Margarita Zavala y el expresidente Felipe Calderón, que ha celebrado 230 asambleas distritales y ha afiliado a 225 mil personas (equivalentes al 96.3 por ciento). Con un crecimiento acelerado de afiliaciones en las semanas recientes –vía la aplicación electrónica habilitada por el INE– se prevé que el partido de Calderón consiga las afiliaciones suficientes antes de la fecha límite (20 de febrero).
Fuerza Social por México: agrupación dirigida por el líder sindical y senador suplente por Morena, Pedro Haces Barba, que a partir de diciembre creció exponencialmente hasta alcanzar 25 asambleas estatales y más de 184 mil afiliaciones. Aunque aún le falta más del 20 por ciento de las afiliaciones requeridas, el ritmo registrado en las últimas semanas hace prever que FSM logrará los requisitos y podría estar en la boleta del 2021.
Cabe aclarar que, después de realizar sus asambleas nacionales y presentar su propuesta de documentos básicos ante el INE (todo ello, antes del 28 de febrero próximo), estas agrupaciones deberán esperar cuatro meses mientras las autoridades electorales revisan que sus afiliaciones correspondan con registros auténticos en el padrón electoral y que no se dupliquen, ya sea con otro partido en formación o con los padrones de los siete partidos hoy existentes.
Además, el INE deberá revisar la legalidad de sus asambleas y analizar los informes de ingresos y gastos de las asociaciones, y el Tribunal Electoral deberá resolver posibles impugnaciones en contra de los nuevos partidos y sus dirigentes.
Esto quiere decir que, aunque en las próximas semanas los dirigentes de estas agrupaciones salgan a cantar victoria por haber alcanzado las 234 mil afiliaciones, será hasta el 1 de julio de este año cuando se pueda afirmar que existen nuevos partidos políticos.
Los que lo logren podrán competir en las elecciones federales del próximo año, pero deberán hacerlo en solitario, pues la ley les prohíbe aliarse en su primera elección. Y sólo los que alcancen mínimo el 3 por ciento de la votación nacional en 2021 se quedarán en la boleta hasta el 2024.
La existencia de nuevas opciones políticas tendrá, sin duda, efectos en las elecciones federales intermedias, tales como la pulverización del voto y una recomposición del sistema de partidos políticos.
Para los viejos PRI y PAN podría significar una nueva debacle, similar o peor que la que sufrieron en 2018. Aunque un escenario de mayor competencia también podría ser una oportunidad para salir del letargo en el que han estado desde que Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia de la República.
Para PVEM, PT, MC, y también para el PRD, la emergencia de nuevos partidos chicos representa una dura competencia por un lugar en la galaxia de los partidos satélite.
Para Morena, debería ser un aliciente para resolver sus conflictos internos y decidir, de una vez por todas, el futuro de su dirigencia nacional.
La fractura del partido en el poder ha convertido a Morena en una fuerza desdibujada, sin estrategia, discurso y propuesta. La figura de López Obrador eclipsa por completo a sus dirigentes y legisladores, y sus gobiernos locales comienzan a generar más costos que rendimientos políticos.
Entre los cinco posibles nuevos partidos, hay al menos tres que serán aliados naturales del presidente y, eventualmente, un plan B para el propio AMLO y para personajes prominentes de Morena:
Redes Sociales Progresistas (RSP), que desde 2018 impulsó la candidatura de López Obrador, y que será la plataforma para el regreso político de Elba Esther Gordillo. Aunque este partido tendrá enfrente, disputándole el voto del magisterio, al Grupo Promotor por México, que se vincula a Luis Castro Obregón, quien se quedó como cabeza de Nueva Alianza después del encarcelamiento de Gordillo.
Encuentro Solidario o el nuevo PES, que ya es aliado legislativo de Morena y que enfila hacia 2024 como la base social y política de los evangélicos, un grupo con apetito de poder y presencia en todo el continente americano.
Fuerza Social por México (FSM), cuyo dirigente –Pedro Haces– fue postulado por Morena como senador suplente de Germán Martínez, a quien ya sustituyó mientras era director general del IMSS, lo que le dio la oportunidad de tejer alianzas con Ricardo Monreal y otros senadores.
A Pedro Haces, secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, se le conocen vínculos con personajes poderosos en diversos estados, como el empresario poblano Gerardo Islas (quien fue muy cercano al exgobernador Rafael Moreno Valle), y el senador chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar, operador del exgobernador Manuel Velasco.
Fuerza Social por México fue señalado por la lideresa de Morena, Yeidckol Polevnsky, como una plataforma alterna a Morena auspiciada por Ricardo Monreal.
Lo cierto es que, en ese contexto, la pulverización del voto podría no beneficiarle al partido en el poder, como tradicionalmente ocurre, y en cambio podría significarle un grave problema a Morena de cara a unos comicios en los que se renovarán, además de la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y casi 2 mil ayuntamientos en 30 entidades.
Por la derecha, el partido de Margarita Zavala y Felipe Calderón le podría abrir un peligroso frente al Partido Acción Nacional, que ha sido incapaz de enderezar una oposición inteligente y eficaz frente al gobierno lopezobradorista.
El voto anti-AMLO de 2021, independientemente de qué magnitud sea, podría encontrar en México Libre un partido más atractivo que el PAN, a pesar de que Calderón y Zavala no han expuesto con claridad para qué quieren regresar al poder.
Así las cosas, el escenario político de 2021 comienza a dibujarse desde este mes de febrero. Todo parece indicar que habrá muchos cuadros para tachar en la boleta, aunque las opciones reales de voto sigan siendo básicamente las mismas que durante décadas nos han decepcionado.