Las crisis de comunicación ya no son exclusivas de los gobiernos. En la era de las redes sociales todos somos figuras públicas al tener una cuenta de facebook, twitter, instagram, por mencionar las más populares. La era de la comunicación digital ha cambiado todo. Desde la forma de comunicarnos, relacionarnos, informarnos, educarnos. Esto incluye a nuevas formas de vender, gobernar.
Las peores crisis de gobiernos son también por no saber decir lo que se tiene que decir en el momento indicado. Esta dinámica abarca también a las empresas.
Toda compañía, de cualquier giro, que no sepa comunicar su producto, su presentación, no podrá venderlo, defenderlo, competir. Así de fácil.
Las empresas deben de saber que si no tienen un plan estratégico de comunicación, que abarque principalmente cómo informar, proyectar, vender y defenderse en redes sociales, que les ayude a atender una crisis, los puedo llevar un remolino sin salida. Con pérdidas severas.
Por eso no se entendía cómo es que Grupo México, una empresa minera productora de cobre de las más importantes en el mundo, no diera la cara. No comunicaba. No aclaraba. No informaba. No estaba nunca en el debate en medios de comunicación.
Durante toda la vida habían mandado el mensaje que no importaba lo que opinaran de ellos. Lo que fuera. La crisis del derrame del 6 de agosto del 2014 creció también por la falta de información de la empresa. Por no saber explicar lo ocurrido. Y no saber hablar con la verdad. Esa es la primera regla de oro a la hora de manejar una crisis: No ocultes la verdad. Y dejar que una información falsa crezca. O no darle la importancia.
Así le pasó al gobierno de Guillermo Padrés: Entre más crecía la imagen de corrupción, nunca hicieron nada contundente por aclararlo. Incluso el ex gobernador iba más allá: En la elección del 2012, la intermedia, cuando empezaba a cuestionarse actos indebidos de él, su familia, sus funcionarios, sus colaboradores cercanos decían que Padrés señalaba: “Que me peguen a mí, no a la marca PAN” para blindar a candidatos. No entendían que eso fue el comienzo de una degradación de imagen pública que no pudieron parar.
Entre otros factores, claro, fue el restarle importancia lo que se decía de ellos. Un error similar está ocurriendo con los gobiernos de Morena en Sonora en todos los niveles. Municipales y diputados: Como ven a su presidente Andrés Manuel López Obrador muy fuerte en popularidad, creen que eso servirá para la elección del 2021.
No se preocupan por mejorar su percepción los gobiernos de Cajeme, Guaymas, Navojoa. El que sí entendió fue el Gobierno de Nogales. Desde el año pasado arrancó con una conferencia de prensa semanal para explicar actividades públicas. No se sabe si lo mantiene el ejercicio pero empezaron a informar, a dar la cara, aclarar.
En Hermosillo también deben entender que no pueden cometer error tras error y creer que los ciudadanos se los van a perdonas por ser el partido del Presidente. Una cosa es AMLO, otra Morena y otra sus gobiernos. Ya hay un desgaste. Claudia Pavlovich y su equipo entendieron que los primeros 3 años habían vivido en una burbuja que los castigó en las pasadas elecciones.
Por eso hubo cambios en la estrategia y la llegada de Pano Salido reactivó y relanzó la forma de comunicar y relacionarse de la mandataria. Hago el paralelismo con el Panismo en el poder que dejó pasar la oportunidad de mejorar su comunicación, como los actuales gobiernos de Morena, y como el Priismo entendió el mensaje. Eso mismo hizo Grupo México: Había dejado crecer una imagen de un monstruo soberbio que le valía la opinión pública, publicada y el activismo. Nada le importaba. Fue un grave error. Pero desde el año pasado, con la llegada a Grupo México de Lourdes Aranda, como directora corporativa de Comunicación y Relaciones Institucionales y Héctor Villarreal como subdirector de Comunicación a la empresa se entendió la lección: No pueden estar fuera del debate de medios.
No se puede no contestar denuncias o notas informativas que los mencionen. Es muy sano por el bien del periodismo, de la sociedad, que siempre se tengan las versiones de las partes involucradas en los temas. Hace una semana se dio una visita a las instalaciones de la mina de Grupo México a Cananea.
Sin ningún otro compromiso con medios más que informar, abrir las puertas, contestar preguntas sin censura, no condicionadas, mandar mensaje de que hay una nueva actitud del grupo hacia la sociedad y los periodistas. Enhorabuena. La sociedad gana.
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